Discusión y decisión provisional

LO QUE SE DEBE HACER

1. Reunir en grupo y revisar rápidamente los frutos de la oración

2. Refinar el problema

3. Proponer opciones si hay una decisión que tomar

4. Oración personal

5. Buscar consenso emergente

6. Darle tiempo a la confirmación

IDEAS PRINCIPALES




Cuando los miembros del grupo se han tomado el tiempo para orar con toda la información recibida sobre el asunto planteado, compartir los frutos y las mociones espirituales permitirá a todos percibir lo que, para el grupo como un todo, parece tener más peso e importancia en la decisión que se debe tomar.

Este ejercicio puede llevar al grupo a querer reconsiderar la pregunta planteada o reformularla de manera más precisa.

Llega el momento de buscar los "pros" y los "contras" o, como propone San Ignacio en los Ejercicios: las "ventajas" y "desventajas" para cada una de las opciones o alternativas consideradas. Este ejercicio se hará siempre manteniendo ante nuestros ojos la identidad, la vocación y la misión del grupo y, aún más, debe considerar en última instancia “el mayor servicio y alabanza de Dios”. Al compartir en común, se invita a una escucha cualificada y una profunda libertad interior, teniendo cuidado de “pararse como la aguja de una balanza” y, a partir de ahí, prestar atención a las razones y los movimientos internos (mociones) que hacen inclinar a las personas y el grupo por uno u otro camino.


En el tiempo personal que sigue, todos serán invitados a hacer su elección. Al expresarlo, con sus razones, el grupo buscará llegar a un consenso. Será bueno recordarles a todos la diferencia entre el consenso y la unanimidad. En consenso uno busca percibir qué mueve al grupo como tal (Cuerpo Apostólico), más allá de las opiniones personales.


La decisión que emerge se considerará primero como provisional. Se necesitará tiempo para presentarla al Señor para que Él pueda confirmarlo con la paz y la alegría que da. La elección, en los Ejercicios individuales, se confirma con la contemplación de la pasión y la resurrección de Cristo. Ejercicios alrededor del misterio pascual son apropiados para sentir que Cristo recibe las elecciones hechas como una participación en su propia misión de salvación.

CÓMO

Quien preside el proceso trata de "leer un consenso" y lo pone a prueba contra el grupo. Si no hay un consenso claro, el presidente puede buscar áreas de consenso. En esta coyuntura, puede ser útil un debate abierto. Como último recurso, el grupo puede decidir por votación.


Únete para compartir

  • Conversación espiritual

Pros y contras (4 columnas)

  • 4 columnas
  • Triz
  • Nombrar la gracia pedida

Oración personal

  • Puntos de oración:
  • Textos de las Escrituras

Buscar el consenso emergente

  • Comentarios anónimos
  • Encuesta extraoficial

Darle tiempo a la confirmación

  • Conversación espiritual

Lineamientos para la Conversación Espiritual

Para los miembros del grupo

1. Elige a alguien para ser el que mide el tiempo. (Vea abajo)

2. Cuando una persona está hablando, los demás están en silencio.

3. Escuchar con atención, devoción y reverencia.

4. Acepta lo que se dice con gratitud. Cada persona es experta en su propia experiencia.

5. Está bien no estar de acuerdo, pero esto no se debe expresar hasta la segunda ronda de intercambio.

6. Comparte lo que puedas y lo que quieras compartir.

7. Comparte brevemente y claramente.

8. El pequeño grupo no es el lugar para resolver problemas.

9. Los tiempos de silencio son apropiados y necesarios. No te precipites a llenar el silencio.

10. Mantén confidencial lo que se comparte.

11. Cuando hablas usa "yo”; no uses "nosotros" o "vosotros”.

Para el que mide el tiempo.

Antes de que comience el grupo: dígales a todos a qué hora se terminara. Diga cuánto tiempo, aproximadamente, cada uno tendrá para compartir durante la primera ronda. Por favor, manténgase en el tiempo asignado para que todos tengan la misma posibilidad de compartir.

Al comienzo de la reunión, se pueden asignar alrededor de 10 minutos para la introducción del proceso, seguidos de 30 minutos a 1 hora para la oración personal y la revisión de las propias reflexiones sobre las Preferencias Apostólicas Universales. (Ver anexo "Preferencias Apostólicas Universales: preguntas para la oración y la reflexión"). Después de este tiempo de oración personal, el grupo puede comenzar las tres rondas del intercambio.

Las tres rondas del intercambio

Primera ronda. Uno a la vez, cada persona comparte el fruto de su oración. Los otros escuchan atentamente. Durante esta ronda no hay interacciones entre los participantes, excepto para pedir una explicación sobre una palabra o frase, si es necesario. Mientras escuchas, sé consciente de cómo te mueves, de cuando sientes armonía con los demás o cuando sientes tensión, y de lo que te choca cuando los demás comparten.

Reflexión silenciosa (quizás cinco minutos) sobre lo que se ha compartido y tu respuesta afectiva.

Segunda ronda. Quien lo desea puede compartir los frutos de este momento de reflexión silenciosa. Esto será seguido por un momento de diálogo sobre cómo el intercambio de otra persona te ha afectado o te ha dado una perspectiva más profunda o nueva.

Reflexión silenciosa (quizás cinco minutos) seguida de un intercambio sobre temas comunes o puntos importantes que están surgiendo, así como, en caso, las divergencias de opinión.

Tercera ronda. Recolectando el fruto del ejercicio, cada persona, si lo siente, puede orar en voz alta agradeciendo a Dios o pidiendo una gracia específica.

Evaluación corta (tal vez cinco minutos) sobre cómo procedió el grupo.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


¿Estoy en paz con esta decisión?

¿Estoy a gusto ahora, especialmente si lo que antes consideraba el mejor curso de acción no es el elegido por el consenso del grupo? ¿O estoy incómodo?